Dentro de una hora más o menos debo encontrarme con Miriam, alguien que conocí en una inesperada y divertida noche -de hecho, la noche en que se originó este rojo espacio blogeril- y algunas amigas suyas.
Conversábamos ayer bien bien noche en el Trillian-bueno, Messenger desde Trillian- y quedamos en confirmar una posible salida con fines conversatorios y "saludables". Supuestamente iba a estar otro amigo de los dos, pero por lo visto a última hora seré el único calzoncillo de la mesa.
¡Hum! Nunca he sido muy malo conversando con chicas, así que veremos que rumbo toma esta aventura, feliz venganza de un par de noches fallidas que contaré luego de la crónica de ésta, al parecer afortunada noche.
Hasta entonces, paciencia...
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