Te lo digo dentro de mi, como quien trata de escaparse de lo inevitable. Porque nunca es verdad, y porque nunca dejo que te vayas por completo. Creo que mi vida estaría un poquito más vacía sin ti dentro de ella.
Ya nisiquiera sé cual es el lugar que quiero para tí, exactamente. Ahora mismo estoy simplemente deján-dome llevar; y fijate: sé que todo pueden ser imaginaciones mías.
Da igual, son buenas ideas. Me sacan sonrisas, y aparentemente para eso están las conversas de café, y las caminatas buscando un parque nuevo y el primer paseo por un cementerio; y para eso está el chocolate de más tarde.
¡Bah! Soy testarudo, y me gusta irme a dormir últimamente pensando que te has dado cuenta de lo testarudo que soy. En algún momento, muy pronto, tendré que enfrentarme a mi mismo otra vez. Por ahora, sin embargo, la única cosa que quiero es seguir disfrutando de estos momentos de paz y mucha alegría que no entiendo...
Bienvenida, de nuevo...
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