octubre 03, 2010

DIA DE ELECCIONES...

Bueno, no es que votar en el Perú sea una aventura. Al menos no en Arequipa.
No en Umacollo.
No en el San Juan Bautista de La Salle. Mi cole, y mi local de votación desde 1998.
Es divertido votar en el colegio de uno. Sobre todo cuando encuentras que el presidente de tu mesa es un compañero de tu promoción.

De hecho, nada raro pasó en el cole. Desde los Policías en la puerta, amables con los votantes. Simplemente le hicieron la vida más fácil a los que no comprendían o estaban enredados en medio de la maraña de mesas, pabellones, pisos y aulas.

Al entrar al colegio, pues la cosa se hacia muy obvia. A mi me tocaba en la 106, Primer Pabellón, Segundo Piso. A mi me pareció sencillo, no sé ustedes. Supongo que tiene que ver el hecho de votar en el mismo lugar desde hace 12 años.

A tomar en cuenta. Los soldados, en camuflage y armados, fueron también muy correctos con la gente. De hecho, no sentí ese espantoso lenguaje "militar-civil" que casi siempre escucho en momentos como este. Mis respetos: la probadita de vida civil que les da el derecho a votar -victoria moral para ellos, hasta entonces ciudadanos a medias- ha cambiado, espero que para siempre, su perspectiva sobre muchas cosas.
(En esta semana, cuando además de las Elecciones, vimos con gusto -me refiero al grupo de los que queriamos eso- como los Colina eran condenados como asesinos, ver militares amables era reconfortante. Quiero creer que es más difícil ahora tener un comando de delincuentes operando desde las Fuerzas Armadas. No imposible.
Sólo más dificil.)

A mi me tocaron colas cortas. De hecho no hice ninguna. Al llegar a la puerta del aula 106, no encontré ni una sola persona en la puerta Pero los demás si tuvieron lo suyo, una espera imagino muy corta. La mayoría de votantes en el San Juan tenemos la misma edad, o andamos por debajo de los cuarenta. Claro, hay gente mayor, pero no son la mayoría.
Creo que de alguna manera eso garantiza que las mesas operan muy rápido, y la mayoria de votantes no lo pensamos dos veces: entramos, marcamos, y nos vamos a comer ceviche.

Ta gueno, no todos comen ceviche, pero ese fue mi almuerzo electoral.
De hecho, mi votación fue muy sencilla. Me encontré con mi viejo amigo Irigoyen, de la promo. Entregué DNI, firme padrón, manché dedo índice, recibí tres cédulas. 
En la cámara secreta, mientras comentaba con los miembros de mi mesa la votación de Lourdes y Susana Villarán, me senté por primera vez a votar. Digo, siempre voté de pie, muy rápido. Pero luego de una semana muy cansada, pues quise probar a votar sentado. Y aunque marcar las cédulas fue un drama por los símbolos pequeños y la longitud -40 centímetros en el voto para Alcaldes- no creo que me haya tomado más de 30 segundos, en medio de la conversa.

Depositar votos, manchar dedo medio, recibir DNI, y fuera. Dos o tres minutos: creo que eso fue todo
.
Detalle curioso en el San Juan. Te ponen agua y paños para limpiar la tintan indeleble de los dedos. Es así desde la primera vez que voté en mi cole. Antes había un poquito de detergente, ahora. Quizá no lo pusieron, o tal vez se acabó rápido, pero igual, ayuda un montón
.
Yo voté aproximadamente a las 11. Es más o menos la hora en que he votado siempre. No recuerdo una elección, excepto mi primera elección, en la que haya tenido que esperar más de 5 minutos para entrar a la cámara secreta. Pero soy yo, y creo que ademas de nunca haber sido miembro de mesa -cosa que deseo desde hace muchos años- siempre he tenido mucha suerte en las Elecciones.

No tanta mi tío. Tuvo que ir cuatro veces -¡CUATRO VECES!- a su centro de votación, en el Colegio Arequipa del Cercado, para poder votar sin demorarse dos horas en la cola. Él no tuvo ganas de esperar todo ese tiempo con el calor y el sol de mediodía, pero otras personas si tuvieron que sufrirlo. Finalmente regresó de su último intento, al que partió a las 15.00, un poco después del Flash Electoral.

Eso merece un post aparte, no por aquí. Hay otro blog donde comento estas cosas. Pero si debo decir que me da mucha cólera escuchar a los locutores de las radios locales decir tonterías luego de cantar resultados como quien canta número de bingo, o las interminables cuñas de Elecciones mal utilizadas hasta el cansancio. Prefería leer mi timeline de twitter, que no decía mucho de Arequipa, pero bueno, siempre se puede complementar un poco.

No ganaron todos por los que voté. Pero era cosa de dejarse de la majaderia de hacerlo en blanco. Esta vez no. Hay tiempo para llevar al tope algunos principios. Esta vez, se trataba de pensar en el bienestar de la ciudad, de mi Región. Voté por quienes he creído que podían traerlo. 
Espero que todos hayamos podido hacerlo igual. Se nos viene algo más, muy pronto, en que pensar sobre esto de cédulas y dedos manchados. Apenas medio año.
Y las decisiones de Abril son mucho más graves.
A tomarlas con calma.

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